El primer gran examen de Claudio

Admito que me da cada vez más pereza la visita del Real Madrid, del Barcelona y de sus respectivas orquestas ambulantes. Todo ese ruido que generan a su alrededor acaba por saturar. Una semana cualquiera es fácil desconectar de los absurdos debates que generan sus histriónicos entornos, pero otra cosa es cuando les toca rendir visita a Balaídos. Hay que armarse de paciencia, ponerse una pinza en la nariz y bucear, aunque sea poco, en ese ecosistema tan particular y repleto de delirios como aquel que les lleva a rivalizar sobre cuál de ellos es el más perjudicado por las decisiones arbitrales. En este artículo recordamos que el sábado será la primera vez que Claudio (que pasó por la cantera del equipo blanco cuando era un joven aspirante a futbolista) se enfrente como entrenador a uno de los grandes trasatlánticos de la Liga. Tengo curiosidad por ver también su gestión de la situación. Presumo naturalidad y escasa exposición. Lo contrario a lo que solía suceder hace tiempo cuando la visita del Real Madrid incluso provocaba paso por la peluquería del técnico para dar buena imagen en cámara. Y los había que no tenían horas en el día para atender a tantos medios de comunicación de Madrid. Resultaba enternecedor -y algo patético- aquel afán por gustar en la capital. Felizmente estamos en un tiempo diferente y con un entrenador sin esa clase de complejitos. Claudio es un tipo pragmático y sabe que su mejor carta de presentación será lo que haga su equipo ante Mbappé y compañía. Y además, ¿qué sentido tendría que fuese a la peluquería esta semana?