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Running y hernia discal: mitos y realidades

Running y hernia discal: mitos y realidades


Correr es una actividad que brinda salud y bienestar, pero ¿es seguro para quienes sufren de hernia discal? La hernia discal es una lesión común en la columna vertebral que puede causar dolor y limitaciones en la movilidad. En este reportaje, exploraremos la compatibilidad del running con la hernia discal, los riesgos involucrados y los consejos para corredores que enfrentan esta condición.

La hernia discal ocurre cuando el núcleo gelatinoso de un disco intervertebral se desplaza y ejerce presión sobre los nervios espinales. Esto puede causar dolor, entumecimiento y debilidad en las piernas y la espalda baja. Correr, una actividad de alto impacto, podría exacerbar los síntomas de la hernia discal y empeorar la condición.

Correr con hernia discal conlleva ciertos riesgos. El impacto repetitivo puede aumentar la presión sobre los discos intervertebrales y agravar la lesión. Además, los movimientos de torsión y flexión durante la carrera pueden poner tensión adicional en la columna vertebral, lo que podría empeorar los síntomas de la hernia discal.

Antes de iniciar o continuar con un programa de running, es crucial consultar con un médico o un fisioterapeuta especializado en lesiones de espalda. El profesional evaluará la gravedad de la hernia discal y proporcionará recomendaciones personalizadas sobre si el running es adecuado y qué precauciones se deben tomar.

Para quienes tienen hernia discal pero desean mantenerse activos, existen alternativas al running de alto impacto. Actividades como la natación, el ciclismo y el yoga pueden proporcionar beneficios cardiovasculares y fortalecer los músculos de la espalda sin ejercer presión excesiva sobre la columna vertebral.

Consejos para corredores con hernia discal:

  • Escuchar al cuerpo y detenerse si se experimenta dolor o malestar durante la carrera.
  • Fortalecer los músculos abdominales y lumbares para brindar estabilidad a la columna vertebral.
  • Utilizar calzado adecuado y superficies blandas para reducir el impacto durante la carrera.
  • Incorporar ejercicios de estiramiento y movilidad para mantener la flexibilidad de la columna vertebral.

En resumen, correr con hernia discal puede ser posible bajo la supervisión adecuada y con las precauciones necesarias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y que la seguridad y la salud deben ser prioritarias. Consultar con profesionales de la salud y explorar alternativas de ejercicio puede ayudar a los corredores a mantenerse activos y cuidar su bienestar, incluso con una hernia discal.

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