Bernat Erta sonríe otra vez y disfruta del atletismo después de un nefasto 2024 en el que una serie de problemas físicos y un virus no le permitieron coger la forma para el Mundial bajo techo de Glasgow, el Europeo de Roma y los Juegos de París. Su gran problema son los isquios, que ya le hicieron perderse la temporada indoor en 2023. Lo suyo ha sido un ejercicio de paciencia que habría firmado el mismísimo Santo Job.