Londres, una y otra vez, desvela su infinito empeño por convertir lo imposible en realizable, lo fantasmagórico en palpable, lo terrenal en leyenda. Así resulta desde hace ya 35 ediciones (la de 2016 será la trigesimosexta). Especialmente, en los dos últimos lustros. La organización de este evento deportivo de mastodónticas proporciones aboga por una palabra que se repite, año tras año, sin ningún pudor: espectáculo. Con mayúsculas.
Y qué mejor espectáculo que tratar de confabularse en pos de lograr un elenco de salida lo más grandilocuente posible. Si bien Berlín se antoja año a año el maratón que ha logrado derribar la plusmarca planetaria en la categoría masculina en las seis últimas ocasiones, Londres continúa con su apuesta decidida por aunar, en una misma línea de salida, la mayor cantidad de talento que su desproporcionada capacidad económica pueda sufragar. Si la capital germana invierte de forma clara y decidida en una configuración de carrera ciertamente sobria, aunque de la misma forma poderosa (habitualmente, dos pretendientes meridianos, otros dos o tres atletas en un escalón inferior, y sobre todo, y lo que suele marcar la diferencia, amén del talento de la cabeza, las mejores ‘liebres’ disponibles), Londres solidifica la necesidad de que el concepto «show» predomine por encima de cualquier otra disposición. Y así lo hace ver, así lo muestra al mundo, una edición tras otra.
Desde aquel ya lejano 2014, con el daño provocado por un concepto que no hizo sino perjudicar la verosimilitud de la carrera a nivel publicitario (aunque pareciese lo contrario, a priori), aquella pretenciosa definición de «La Carrera del Siglo», perpetuó el sino de un maratón que se enroca en una posibilidad que se antoja cada vez más intangible, de facto. No es menos este año. Sin embargo, no puede obviarse la magia que envuelve cada movimiento. La imagen evocadora de los y las mejores en una misma línea de salida, presupone el cotejo entre el más exclusivo escorzo de prestidigitador, consumado año a año por la organización, y la mayor de las sensaciones de carácter sensitivo que el espectador, ya sea experto o no iniciado, pudiese llegar a contemplar y a percibir. Una nueva edición. Un nuevo capricho del destino, golpe de mano divino. «In The Lap Of The Gods». Vuelve el London Marathon, en pleno fragor de la batalla.
Cuatro sub 2h05. Ocho sub 2h06. Catorce sub 2h09. Diecisiete sub 2h10. Cuatro ganadores de World Marathon Majors (y los vencedores globales en las dos últimas ediciones), el Campeón del Mundo vigente de la distancia, el plusmarquista mundial de 5.000m y 10.000m en pista (3 veces Campeón Olímpico y 17 veces Campeón del Mundo), los dos últimos plusmarquistas mundiales de los 42,195m, tres de los cinco ganadores de los Majors de 2015…
Ese es el portentoso resumen en cifras y pinceladas del elenco masculino. Si el hecho de desconocer los nombres, tras visualizar el párrafo anterior, ya presupone que el vello corporal se erice inexorablemente, la lista con nombres y apellidos aplaca cualquier temor a una posible mediocridad previa.
Encabeza el listado el vigente ganador de la prueba, el keniano Eliud Kipchoge. El que es y ha sido, posiblemente, el dominador de la distancia durante el último año, llega al séptimo maratón de su trayectoria deportiva en su momento de plena madurez. Siete maratones disputados, seis victorias y un segundo puesto. 2h04:35 de promedio, y 2h04:00 como marca personal (en Berlín ’15, plantillas mediante). Una absoluta barbaridad. Fue segundo en Berlín, con 2h04:05 (en su segundo maratón) el día que Kipsang batió el récord mundial, y volvió un año más tarde para asestar el golpe definitivo de su dominio. Sólo el mexicano Dionicio Cerón (1994-1995-1996) y el keniano Martin Lel (2007-2008) han logrado revalidar victoria a lo largo y ancho de las 35 ediciones precedentes. Inteligencia, sabiduría, experiencia… Posiblemente, el gran favorito. Su objetivo en 2016, el oro olímpico en Río. Igualmente, y valorando la previa y su complejidad de factores, se postula como el predilecto.
No se lo pondrá fácil a Kipchoge la dupla que lo acompañó en el podio el pasado año. Los dos últimos plusmarquistas mundiales de la distancia, Wilson Kipsang Kiprotich (2h03:23) y Dennis Kipruto Kimetto (2h02:57). El primero, el gran adalid del maratón mundial desde su proeza en Berlín ’13, desbancando el ya de por sí estratosférico récord de Makau. Doble ganador en Londres, ganador en Berlín y ganador en Nueva York, bronce olímpico, seis registros sub 2h05 a lo largo de su trayectoria (en 14 maratones disputados, uno de ellos no concluido). El único que sabe lo que es correr en más de una ocasión bajo la barrera de las 2 horas y 4 minutos (Frankfurt ’11 y Berlín ’13). Su 2h04:29 de 2014 continúa como récord en Londres. El segundo, el primer ser humano capaz de rebajar las 2h03 (en Berlín ’14, récord mundial vigente). Si bien es cierto que las dos últimas tentativas de Kimetto en la distancia se han saldado con abandonos, no debe olvidarse su condición. Una media de 2h04:44 en sus cinco maratones concluidos (de ocho comenzados, eso sí). Tan impredecible como talentoso.
El otro sub 2h05 que estará en la línea de salida londinense (tras el positivo por Meldonium del etíope Endeshaw Negesse, anunciado antes de su affaire) será Stanley Kipleting Biwott. El keniano parece haber desatado su confirmación definitiva (el 21 de abril cumplirá 30 años) con la magnífica victoria en el New York City Marathon del pasado año. Será su cuarta vez en Londres, donde ha sido octavo (2013), segundo (2014) y cuarto (2015). Atrevido, casi intrépido, pecó siempre de falta de empaque. La situación se torna ahora positiva, y su paso al frente es una evidencia. Capaz de todo.
El quinto mejor registro de los participantes, para la leyenda. Kenenisa Bekele disputará el cuarto maratón de la que es, sin ningún género de dudas, una descomunal trayectoria deportiva. Victorioso en París ’14 (2h05:04, récord de la prueba) en una carrera diseñada a medida, cuarto en Chicago ’14 (2h05:51) frente a hombres de una indiscutible experiencia, y obligado a abandonar por molestias en Dubai ’15, el itinerario maratoniano del as abisinio se torna quizá más benigno de lo que se destila en las memorias habituales en los últimos tiempos. Un gran y esperanzador debut, tras años de impedimentos físicos, y un talento extraordinario, deben ser ápice irrebatible para mostrar confianza en sus posibilidades y desatar el optimismo. Enfrentándose a varios de los mejores especialistas de la prueba de los últimos tiempos, Bekele se planta ante su mayor reto desde sus mejores años y luchas sobre el tartán. No cabe duda de la expectación que levanta cada aparición del mito (guiado ahora, a nivel físico, por el español Marc Roig, trabajando codo a codo en Etiopía con Bekele). Chicago fue su segundo envite, y Londres supondrá una verdadera piedra de toque para adivinar su futuro en los 42.195m, y realizar así un posible juicio de valor sobre sus auténticas posibilidades a medio plazo. La sempiterna comparación con Haile Gebrselassie, un hecho. Igual que los siete maratones que ‘Gebre’ necesitó para romper la barrera de las dos horas y cinco minutos. Eso sí, cómo llega el campeón abisinio a la ciudad del Támesis… una incógnita absoluta.
Tres compatriotas, Sisay Lemma, Tilahun Regassa y Abera Kuma, cierran la nómina de sub 2h06, en desgarradora lucha camino a Río. El primero, vencedor en 2015 en Viena y Frankfurt. Los siguientes, triunfadores en Rotterdam (2013 y 2015, respectivamente). Lemma, cuarto en Dubai el pasado enero, con marca personal. Regassa, tercero en Chicago ’12. Kuma, tercero en Berlín ’14.
Igualmente importante la participación de fondistas eritreos. A resaltar, no ya por registros sino por méritos en la distancia, al vigente campeón mundial, Ghirmay Ghebreslassie, tierno veinteañero (nacido el 14 de noviembre de 1995) que sorprendía a propios y extraños en Pekín con su fantástica victoria. Su reto, afianzar el estatus alcanzado en la capital china. Samuel Tsegay (subcampeón mundial de media maratón), Amanuel Mesel, Tewelde Estifanos y Ghebrezgiabhier Kibrom integrarán un segundo grupo no exento de calidad, alejado, eso sí, de la primera línea, si se pretende marcar una carrera a ritmos sub 2h05, como suele ser habitual.
Y mención para la más que notable participación europea, con el legendario ucraniano Serhiy Lebid al frente (9 veces campeón de Europa de campo a través, 2h08:32), su compatriota Vitaliy Shafar (2h09:58), el teutón Arne Gabius (2h08:33, líder europeo en 2015) el polaco Marcin Chabowski (2h10:07) y los veteranos británicos Scott Overall (2h10:55) y Chris Thompson (2h11:14). Especial atención a debuts de cierto interés: el ruandés Gervais Hakizimana, los británicos Tsegai Tewelde, Jonathan Hay, Matthew Bond, Robbie Simpson, y el australiano Craig Mottram.
Y si la participación masculina se antoja casi histórica, la femenina no quiere nunca ser menos en Londres. Cuatro mujeres con la vitola del sub 2h20 (una de ellas sub 2h19), con presencia de cuatro de las últimas cinco vencedoras de la prueba.
Encabeza el elenco la todopoderosa keniana Mary Keitany. 2h23:30 de promedio en sus ocho maratones (2h18:37 de marca personal, precisamente en Londres) para una fondista que ya sabe lo que es vencer en tierras británicas (doble vencedora, en 2012 y 2013). Junto a Joyce Smith (1981-1982), Ingrid Kristiansen (1984-1985; 1987-1988), Katrin Dörre-Heinig (1992-1993-1994), Paula Radcliffe (2002-2003) e Irina Mikitenko (2008-2009), la keniana conoce la sensación de revalidar victoria en Londres. Segunda el pasado año, se convierte, en situación de máxima entidad, en una de las maratonianas más fiables y encarecidamente brillantes de la última década (en ocho maratones, cuatro victorias, un segundo puesto, dos terceros y un cuarto). Al hilo del cartel keniano, la brillante Florence Kiplagat, poseedora de tres registros sub 1h07 en media maratón (1h05:12 y 1h05:09, los dos más rápidos de la historia hasta el momento, ambos logrados en Barcelona). Doble ganadora en Berlín (2011-2013), estará por quinta vez en Londres, donde solamente ha logrado un podio (segunda en 2014). Tres registros sub 2h21 para una maratoniana que ostenta un poderoso promedio de 2h22:54 en los ocho maratones que ha logrado concluir durante su trayectoria (2h19:44 como marca personal).
Especial atención también a la subcampeona olímpica y mundial, Priscah Jeptoo (2h20:14). Será su quinta participación en Londres, con dos podios (tercera en 2012, logrando su marca personal hasta la fecha, y victoria en 2013). Completa la fortísima escuadra keniana Jemima Jelagat Sumgong (2h20:48), que ya ha sido segunda en Nueva York, Chicago y Boston. Sexta en Londres el pasado año.
Por el lado etíope, encabeza el elenco la deslumbrante Aselefech Mergia (2h19:31), que si bien no conoce victoria en ‘Majors’, ha logrado tres victorias en el rapidísimo circuito de Dubai (2011-2012-2015). Fue tercera en Londres ’10, y bronce en el Mundial de Berlín ’09. Importantísimas las presencias tanto de la vigente campeona mundial, Mare Dibaba (2h19:52, en dos ocasiones), como de la segunda clasificada en Berlín ’14, Feyse Tadese (2h20:27), vencedora en París, Shanghai y Seúl. Por si resultara insuficiente, repite presencia la inesperada triunfadora de la pasada edición, que fuera además tercera en Nueva York en noviembre, la también etíope Tigist Tufa (2h21:52). Para el recuerdo, el brillantísimo final de carrera que le otorgaba el último triunfo londinense. En duda, por el momento, su capacidad para anclarse en la élite más absoluta tras lo singular e imprevisto de su victoria en 2015.
Para completar un círculo de grandiosa calidad (no en vano, estarán presentes siete de las diez primeras clasificadas el pasado año), la portuguesa Jéssica Augusto (2h24:25) y la bielorrusa Volha Mazuronak (2h25:36), que encabezarán, más que presumiblemente, un hipotético segundo grupo. Importante presencia, además, de fondistas locales: serán de la partida Sonia Samuels, Freya Ross, Alyson Dixon, y Susan Partridge, todas ellas sub 2h31, e incluyendo el interesante debut de Charlotte Purdue.
Una lluvia de estrellas de semejante entidad que cualquier evento de este calibre queda enmudecido por la clase destilada desde una línea de salida que resultará foco de cualquier mirada atlética durante la mañana del próximo 24 de abril. No pierdan detalle. La ocasión lo merece. Una vez más.