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Pasarán Más de Mil Años… Récord del Mundo de Lanzamiento de Jabalina (M)

Podría decirse que el protagonista de esta historia tiene mucho más de leyenda que de protagonista. Leyenda viva. Su palmarés, un canto a la gloria. Sus marcas y hazañas, absolutamente estratosféricas. Por si no fuera suficiente, en lo que a registros se refiere, posee uno de los récords más inabarcables que hoy día pueda encontrarse. Sin caer en el tópico de considerarlo imbatible, no se antoja posible que nadie, en esta época, se halle en disposición siquiera de aproximarse, ni de, mucho menos, atacarlo. Un nombre para la historia: el extraordinario jabalinista checo Jan Železný.

La carrera internacional de Železný da comienzo, de manera más o menos ‘oficial’, durante el Campeonato Mundial celebrado en Roma en 1987. El bronce obtenido en la capital italiana resultaba una pequeña y casi discreta aproximación a lo que los años subsiguientes depararían a esta auténtica fuerza de la naturaleza (tras haber lanzado 87.66m meses antes, récord con el nuevo modelo de jabalina).

En los Juegos de Seúl ’88, Železný consigue su primera medalla olímpica. Plata, por detrás del sorprendente finlandés Tapio Korjus, que protagonizó su única aparición internacional en la cita coreana, para no volver a destacar en el panorama jabalinístico mundial.

Tras dos temporadas discretas, y sin capacidad para conseguir un buen resultado, de nuevo, en un Campeonato del Mundo (no sería capaz de estar siquiera en la final en Tokio ’91), su gran explosión se produce en los Juegos de Barcelona ’92. Železný se proclama campeón olímpico con un lanzamiento de 89.66m en el primer intento, récord olímpico, con más de tres metros de diferencia sobre la plata, destinada al finlandés Seppo Räty. El que se presuponía gran rival de Železný, grandioso británico, poseedor del récord mundial, Steve Backley, sólo podía ser bronce.

Barcelona se convertía en el punto de inflexión de una carrera que terminaría por adquirir un cariz legendario. En 1993 y 1995, se proclama campeón mundial en Stuttgart y Göteborg, confinado a lugares secundarios en los Campeonatos de Europa (triunfo que, paradójicamente, nunca llegaría a conseguir).

Ya en abril de 1993, Železný lograba arrebatarle a Backley el cetro de la jabalina a nivel mundial, en lo que a registros se refiere. Un prodigioso lanzamiento de 95.54m en Sudáfrica en abril le aupaba a la cumbre histórica de la jabalina. Tardaría apenas cuatro meses en superar esa marca, con sus 95.66m de Sheffield en agosto (ver vídeo), en un concurso apoteósico.

Poco menos de tres años iban a pasar hasta que una de las mayores proezas históricas en el mundo del atletismo acontecía en la localidad alemana de Jena. Aquel 25 de mayo de 1996 quedará grabado a fuego en la memoria de los aficionados como el día en el que Jan Železný perpetuaba una de las marcas más fabulosas, al filo de la utopía, que haya conocido el atletismo moderno: 98 metros y 48 centímetros.

Campeón olímpico en Atlanta ’96 y en Sídney ’00 para culminar una trayectoria olímpica descomunal, con tres oros consecutivos (en Australia, con récord olímpico incluido, 90.17m, que sería superado por el noruego Andreas Thorkildsen en Pekín ’08), a raíz de lograr el que sería su tercer y último oro en Campeonatos del Mundo en Edmonton en 2001, su rendimiento comenzó a verse ciertamente mermado, a raíz de problemas en la espalda y el hombro.

1987, 1988, 1993, 1994, 1996, 1997 y 2001 observaron cómo Železný encabezaba el ránking mundial del año, y aún teniendo tiempo, ya con 40 años, de despedirse de la élite con una brillante medalla de bronce en el Europeo de Göteborg en 2006.

Mladá Boleslav, la localidad que lo vio nacer el 16 de junio de 1966, homenajeaba, con honores de jefe de Estado, a su ídolo, que abandonaba el deporte profesional en olor de multitud.

Como muestra de la dimensión de este atleta, dos apuntes muy reveladores sobre sus marcas. En primer lugar, Železný es poseedor de 29 de los 40 mejores lanzamientos de la historia. Entre ellos, 7 de los 10 mejores.

Y en segundo término, es el jabalinista que más veces en la historia ha conseguido lanzar por encima de los 90 metros. Hasta en 52 ocasiones (34 concursos) consiguió Železný superar tan mítica frontera. Más que todos los demás jabalinistas de la historia… juntos.

Esos 98 metros y 48 centímetros suponen uno de los récords más implacables y complicados de superar del panorama atlético.

Se sabe que 6.555 días han pasado, hasta el día en el que se escriben estas líneas, desde que Jan Železný perpetuara aquel épico lanzamiento que, junto con otras muchas razones, lo coronan como el jabalinista por excelencia de todos los tiempos. Lo que resulta a todas luces desconocido es el número de días que faltan aún para que alguien posea y asuma la monstruosa capacidad para acercarse a semejante marca.

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